Título: Thunderbolts: Zemo
Formato: Serie limitada recopilada en tomo de tapa blanda
Autores: (G) Fabián Nicieza (L) Tom Grummet (T) Gary Erskine (C) J. Brown (Sotocolor)
Editorial: Marvel Comics / Panini Cómics
Precio: 7,75 €
Comentario:
Cuando Marvel decidió dar la serie Thunderbolts al guionista británico Warren Ellis, cerraba una etapa prolongada y bastante fructífera de la historia reciente de la editorial estadounidense. La serie era la última superviviente de una lista de proyectos que ocuparon el lugar de los Vengadores y los Cuatro Fantásticos durante el experimento de Heroes Reborn. Se trataba de un tebeo bastante particular, que durante casi diez años fue llevado por sólo dos guionistas -Kurt Busiek y Fabián Nicieza- lo que es una notable excepción en los tiempos que corren. Ambos desarrollaron una serie dotada de un innegable sabor clásico y profundamente respetuosa con la continuidad marveliana, pero al mismo tiempo lograron conferirle al invento grandísimas dosis de originalidad, que la convirtieron en una colección de culto, respetada por la crítica y disfrutada por el público. Cuando los gerifaltes marvelitas decidieron incorporar la serie a la reestructuración derivada de Guerra Civil, dieron a Fabián Nicieza y Tom Grummet, los responsables de la serie hasta el momento, un premio de consolación: esta miniserie que Panini ha recopilado en un único tomo.
Zemo, como su propio nombre indica, está dedicada exclusivamente a la figura del Barón Helmut Zemo, antiguo líder de los Thunderbolts y aún más antiguo enemigo de los Vengadores en general y del Capitán América en particular. Su evolución en la colección original es la demostración de la validez de ese dicho según el cual no hay malos personajes sino malos autores. El concepto original –cortesía de los ubicuos Stan Lee y Jack Kirby- era el de un científico nazi exiliado en Sudamérica y obligado a llevar máscara (un ridículo calcetín de color magenta) a consecuencia de un combate con el abanderado. Afortunadamente, este tópico con patas no duró demasiado y fue su hijo –el Barón Zemo de esta historia- el que tomó el relevo, intentando vengar a su progenitor cargándose al Capi. A partir de ese momento, una sucesión muy afortunada de guionistas permitió que un señor tapado con una media rosada se convirtiera en un personaje a tener en cuenta. J. M. DeMatteis y Mark Gruenwald le dieron el trasfondo psicológico de un hombre atormentado por el pasado y por el legado que representa. Roger Stern le dio protagonismo en una memorable saga en Los Vengadores (donde lograba, por fin, poner contra las cuerdas a su viejo enemigo y al grupo al que pertenecía). Por último, Kurt Busiek le dio la oportunidad que tanto tiempo había esperado, eliminando su imagen a lo Erich Von Stroheim y convirtiéndolo en un estratega frío, calculador y eficaz. Con Fabián Nicieza iniciaría una interesante derivación hacia esa “zona gris” en la que habitan los antihéroes, que es donde parece mantenerse en los acontecimientos relatados en la miniserie.
Nicieza decide darse un paseo por la historia de la Baronía Zemo (se supone que Helmut es el último de una lista de trece caballeros germanos que arranca al final de la Edad Media) para explicar mejor los rasgos que definen al personaje y, en cierto modo, justificar su forma de ser. Como en toda saga familiar que se precie hay espacio para el romance, la intriga y el crimen, pero es una auténtica pena que Marvel no aceptara el proyecto de don Fabián de hacer una maxiserie de trece números (uno por cada barón). Los cuatro capítulos finales saben a poco y demuestran porqué guionista y dibujante se cuentan entre los profesionales más competentes y eficaces del panorama yanqui.