Título: Patrulla-X oscura Formato: Serie recopilada en un tomo en tapa blanda Autores: (G) Paul Cornell (L) (T) Leonard Kirk (C) Brian Reber (P) Mike Choi, Sonia Oback Editorial: Marvel Comics / Panini Cómics Precio: 9,50 € Comentario: Antes de partir en pos de los verdes pastos deceeros, Paul Cornell tuvo tiempo de dejar un par de miniseries con las que despedirse de la afición marveliana. Una fue la decepcionante Origen mortal protagonizada por la Viuda Negra. Otra es ésta, centrada en el grupo mutante que Norman Osborn montó para intentar controlar a los mutantes como se había hecho con los Vengadores y que demuestra que, muchas veces, un personaje olvidable puede brillar si cuenta con un autor adecuado. La historia está encuadrada dentro de Reinado Oscuro y ahonda en el concepto de equipo que se presentara durante la saga Utopía, en la que el viejo Norman y sus Vengadores de pega le echaron un pulso a Cíclope y a la Patrulla-X en San Francisco. Osborn pretende tener a un grupo-x a su servicio para lo que él guste mandar en lo que a asuntos mutantes se refiere, pero después del fiasco californiano y de la defección de dos teóricos aliados como Namor y Emma Frost, solamente cuenta con un puñado de operativos que no está para tirar cohetes. Mística no necesita presentación, pero precisamente por eso tampoco resulta de fiar. McCoy, la Bestia oscura, sigue haciendo de las suyas en el laboratorio. Por último, Mímico y Arma Omega están más cerca del frenopático que del trabajo de campo. Con tales mimbres pretende el dueño del chiringuito montar una Patrulla-X. El punto de partida no es para nada prometedor, ni en la ficción ni desde la perspectiva de unos lectores que ven como unos personajes que hasta el momento han aportado poco o nada son los teóricos protagonistas de una serie que viene a sumarse a la sobreexplotada franquicia mutante, o eso parece. Repasemos el elenco de protagonistas. Mística es una viejísima conocida de la afición que, en parte por su capacidad metamórfica y en parte por ser manejada por demasiados autores, ha cambiado más de chaqueta que ciertos políticos ante la cercanía de unos comicios. De heroína un tanto a su pesar a villana sin escrúpulos, saltando a un lado y otro de la ley como si jugara a la rayuela. Atrás quedan los días en los que Claremont jugaba con la idea de una relación amorosa con destino y con la hipótesis de que Raven Darkholme fuera el padre de Rondador Nocturno (inciso: algún día habría que entrar a valorar el daño que Chuck Austen hizo como guionista patullero). Mímico puede remontar su historia, que nada tiene de ilustre, a los días de la Patrulla-X original, siendo testimonio de ello el hecho de que conserve los poderes de los cinco miembros fundadores. Sin embargo, solamente ha suscitado cierto interés en la versión que Judd Winnick creara para la serie Exiliados. La Bestia oscura es una reminiscencia heredada de aquella curiosa saga que respondió al nombre de La Era de Apocalipsis y lleva desde entonces dando tumbos como la versión maligna y sin escrúpulos del McCoy original. Por último, Michael Pointer, Arma Omega, es el recordatorio de las monumentales chapuzas que puede perpetrar Brian Bendis cuando desbarra cosa mala y, como en este caso, se cepilla por toda la patilla a Alpha Flight. ¿Con esto se puede hacer que sirva para algo más que para envolver el género en la pescadería? Sorprendentemente, sí. Paul Cornell y Leonard Kirk ya venían de hacer una colección tan injustamente poco seguida como fue Capitán Britania y el MI13 y con esta Patrulla-X oscura han vuelto a dar en el clavo haciendo atractivos a unos personajes por los que a día de hoy nadie daría un duro. Además, hacen que la historia encaje en la continuidad prevista de Reinado Oscuro y, sorprendentemente, dan una explicación bastante maja acerca de las motivaciones de Norman Osborn y de su alterego, el Duende Verde. En apenas cinco números introduce don Paul conceptos que bien merecerían una nueva visita en el futuro, aunque –eso ya es más difícil a corto plazo- siempre de la mano de su creador. Pero aún hay más, y es que Cornell se atreve a añadir al cuarteto protagonista original nada más y nada menos que a Nate Grey, X-Man, otro exiliado de La Era de Apocalipsis que tiene el singular honor de haber protagonizado una de las colecciones más prescindibles de la historia de la franquicia mutante. Su presencia evoca nuevamente aquellos días en los que escritores del talante y el talento de Scott Lobdell, Terry Kavanagh o Ben Raab se paseaban por las colecciones-x. Probablemente sea la primera vez que el personaje muestra un potencial interesante. En resumidas cuentas, a quienes gustaron publicaciones como Wisdom o la ya mentada Capitán Britania y el MI13 solamente queda recomendarles esta miniserie en la que Cornell vuelve a dar lo mejor de sí. Un tebeo que está por encima de la mayor parte de los títulos vinculados a Reinado Oscuro y / o a la franquicia-X. Lee la reseña en Zona Negativa.
Enviado por lcapote a las 17:26 | 0 Comentarios | Enlace
|