Han pasado cinco meses desde la última entrada que publiqué en esta bitácora. La causa de esta ausencia ha sido una incidencia en Blogalia que el amigo Víctor Ruíz Ruíz ha resuelto después de un arduo trabajo. Hace mucho tiempo que la bitácora hace las veces de archivo de colaboraciones y de medio de divulgación de las actividades que realizo o en las que colaboro aquí y allá, pero Blogalia sigue siendo una casa muy querida en la que su fundador ha dado la bienvenida a quienes han querido contar algo desde hace veintidós años. Puede que las bitácoras ya no sean el futuro de la comunicación o el periodismo 2.0 -como se las llamaba hace dos décadas- pero es digno de encomio el esfuerzo de una persona que, como él mismo dice, tuvo en 2001 el sueño de una red que se llenaba de personas que escribían. Soñó con una herramienta que lo hacía posible y soñó que se hacía realidad. Su sueño se cumplió y la realidad superó a la imaginación del caballero. Blogalia fue durante mucho tiempo el santuario de la divulgación de la cultura en general y de la ciencia en particular. Muchas de las bitácoras que fueron referentes en la materia han dejado de actualizarse, pero su contenido sigue estando disponible. Este periodo de inaccesibilidad me ha hecho pensar en la fragilidad de los contenidos digitales, algo sobre lo que reflexionar en estos tiempos de proliferación de nubes variadas. Como aconteció previamente con el cine, la radio o la televisión, es probable que en un futuro veamos las creaciones volcadas en la Red como algo digno de ser conservado, como parte de la identidad de lo que somos (definición de patrimonio cultural) y descubramos que gran parte de ese contenido está perdido. Hay iniciativas para hacer copias de todo cuanto ha habido en Internet, pero quizá no sea suficiente. En todo caso, gracias a Víctor por haber creado esta plataforma y haberla abierto a todo el mundo. Ruego disculpes que haya tardado veintidós años y cuatro meses en hacer lo que tenía que haber hecho la primera vez que publiqué por aquí.
Enviado por lcapote a las 21:32 | 0 Comentarios | Enlace
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